Impacto del color en nuestra decisión de compra

Impacto del color en nuestra decisión de compra

Cuando hablamos de las estrategias para realizar una buena campaña de marketing, no siempre tenemos en consideración los colores y la importancia que estos tienen. Cuando hablamos de las preferencias del consumidor en cuanto a un producto y/o marca, el color es un factor que influye muchísimo en la toma de decisiones.

Por Gemma Rubio

Cuando observamos algún objeto, lo primero en que nos fijamos es en el color. La parte visual tiene gran importancia, ya que es fácilmente reconocible por el cerebro. Lo hacemos de forma inconsciente. Si nos preguntan en que nos hemos fijado primero; muchas veces decimos que, en alguna parte del objeto, obviando que el primer impacto lo ha causado el color.

Las personas pensamos que cuando adquirimos un producto, nos estamos basando en nuestra elección, independientemente de lo que nos esté influyendo una marca y el color que esta utiliza. No es así. Un producto puede no tener éxito simplemente, por no haber elegido de forma adecuada sus colores. Debemos tenerlo presente siempre: Los colores que utilicemos y el enfoque que nuestra marca les dé, tienen un peso muy grande en la toma de decisiones de nuestros clientes.

Los colores provocan emociones tanto positivas como negativas y esto influye de forma significativa en las decisiones que tomamos. No solo influye en cómo nos hace sentir, si no también en la urgencia que nos provoca y en las acciones que activa en nuestro cerebro.

Esta es la razón por la que las empresas utilizan el color rojo para las ofertas y descuentos, el rojo provoca urgencia en la compra. El rojo también influye mucho en las compras impulsivas. Damos atribuciones a colores de forma masiva. Atribuciones que hemos integrado y asociamos inmediatamente. Por ejemplo, el color azul transmite calma y relajación; un ejemplo muy visual de este fenómeno lo vemos en la industria farmacéutica: Las pastillas relacionadas con el descanso  y las que nos ayudan a dormir, suelen tener tonos azules en sus cajas. Las vitaminas, tienen tonos rojos y anaranjados, lo que nos indica vitalidad y energía.

También hay colores que se han ideado para tener un efecto negativo y que la gente asocie el producto a algo que es malo y no se debe tener cerca. El mejor ejemplo es el color más feo del mundo (Pantone 448 C), una mezcla entre verde y marrón oscuro, color que se asocia a muerte y a sucio. Este color se está utilizando en las cajetillas de tabaco de distintos países para motivar a las personas a que dejen de fumar y les provoque rechazo.

Es decir, las personas asociamos los colores tanto a cosas positivas como a cosas negativas. Si una marca no nos parece agradable estéticamente, la evitaremos en la medida de lo posible.

Cada color nos provoca una sensación distinta; el verde nos recuerda a la naturaleza y calma, el amarillo llama nuestra atención, el naranja es alegre y transmite alegría. Por ello es extremadamente importante la elección de los colores y la forma en la que los combinamos, ya que no solo debemos tener presente lo que queremos que transmita nuestra marca, sino lo que va a percibir nuestro cliente o prospecto cuando interactúe con nuestro producto o cualquier acción relacionada a nuestra empresa.

Según KISSmetrics, página que analiza las páginas web de los startups: A la hora de comprar un producto, el 93% de los consumidores se dejan guiar por los colores. Es algo que afecta mucho al comportamiento y a la percepción que tenemos del producto. El color tiene mucho más peso en nuestro proceso de compra de lo que podríamos pensar.

Debemos tener presente que, sin mediar palabra y bien elegidos; los colores que estamos utilizando transmiten un mensaje a nuestros consumidores de claridad, seguridad, confianza, alegría, etc., pero si los elegimos mal, pueden transmitir otros factores que no sean los adecuados y nos perjudiquen.

El reconocimiento de una marca depende mucho de los colores que utilice. El color del producto o del paquete, pueden despertar el interés de los clientes o, todo lo contrario.

Cuando elegimos los colores de nuestras marcas, debemos tener en cuenta no solo los colores que vamos a utilizar en nuestro logo y en nuestra web, también debemos tenerlo presente en todas las acciones y decisiones que vayamos a tomar. Por ejemplo, si vamos a promocionar un producto y vamos a utilizar imágenes con personas, estas tienen que ir vestidas con colores acordes a lo que queremos transmitir. No solo debemos fijarnos en la ropa de estas personas, si no en la totalidad de la imagen o video que vamos a crear, que deben transmitir la misma imagen y tonos que nuestra marca.

Cierto es, que la elección de colores y los gustos de cada persona son muy subjetivos, pero también es cierto, que podemos identificar la preferencia de ciertos colores, teniendo en cuenta la edad del grupo al que nos dirigimos, así como el país en el que este se encuentre ya que, dependiendo de la cultura, varían estos gustos y lo que es o no es agradable a la vista.

Cuando vayamos a crear una marca, no bajemos la guardia y tengamos presente en todo momento la influencia que tienen los colores en la personalidad de la marca y que, de forma automática, todos asociamos los colores a determinadas cosas. Es inevitable. Por lo tanto,  antes de elegir los colores, paremos y pensemos qué queremos transmitir con nuestro producto o servicio y como queremos ser percibidos. Esto nos ayudará mucho a elegir los colores adecuados.