El field marketing vuelve a reinar con las experiencias de marca

En plena revolución tecnológica y auge de los medios y redes sociales, el field marketing parece volver a ocupar el trono que muchos quisieron robarle. Y es que no existe un muro de separación entre el off line y on line que no pueda derrumbarse cuando lo que importa verdaderamente son las experiencias reales entre marcas y consumidores.

Puede que ante tal abrumadora tendencia de lo digital se nos olvide que aún convivimos en nuestro mundo real. Un universo donde existen todo tipo de escenarios para seguir desarrollando y poniendo en marcha estrategias de marketing altamente eficientes y efectivas. El consumidor actual no solo tiene la necesidad de que las marcas les escuchen y ofrezcan respuestas. También valoran ese acercamiento real y ese mundo de experiencias únicas capaces de hacerles hacer partícipes y conectar emocionalmente con las marcas de tú a tú, y en primera persona.

Francisco Naranjo, managing director de ComunicaWeb, pone de manifiesto "cómo las grandes marcas se están decantando por el field marketing y el marketing de experiencias como formas complementarias a las ya tradicionales de hacer negocio. Es un proceso que está en aumento, señal inequívoca de que la forma de hacer publicidad y las campañas de marketing están cambiando".

Field marketing, una eficaz herramienta capaz de conectar directamente con la emotividad de las personas

Emocional. La marca, sobre todo, es un territorio emocional. Efectivamente, la marca funciona así. O se conecta con las personas o no es. O las personas alcanzan una relación con la marca o esta pierde su esencia. Las marcas más que ponerse delante, sobre todo, tienen que proponerse, presentarse, ofrecerse, dispensarse para, desde el contacto, ser elegidas.

Así lo pone de manifiesto Diego Olmedilla, presidente de Aplus Field Marketing, una de las empresas pioneras en introducir el field marketing en nuestro país, y quien además considera que "La marca es una propuesta, un universo de sensaciones, un sentimiento íntimo. La marca es una opción. La marca tiene que convertirse en preferida. Y, sin duda, la preferencia siempre comienza por convertir la relación en agradable, positiva, directa, personal. Las personas, la audiencia objetivo, los públicos de los que depende la existencia de la marca deben elegir estar con la marca. Un momento. Un instante. Unas horas. Las personas deben elegir la marca porque les resulta atractiva, alegre, divertida, cercana, amable, cálida".

Un juego de emociones y también conversaciones

Las marcas finalmente se han convencido de que esta realidad se establece por las reglas de juego donde priman las emociones. Un camino que las marcas han elegido porque "no se trata solamente de establecer quién es el cliente, la clave es emocionarnos con el cliente".

La llegada de los medios digitales y las redes sociales ha supuesto un nuevo paradigma para la forma de conectar, comunicarse y conversar con los clientes, pero en realidad todo sigue siendo igual, el éxito de las marcas reside en saber levantar pasiones y generar verdaderas emociones positivas. Sin embargo, no podemos olvidar que fuimos concebidos como una parte de la materia, como entes físicos en una realidad que nos rodea, y formando parte de un mundo donde también cuentan las experiencias reales.

Los consumidores tienen ahora más canales para establecer vínculos con las marcas y viceversa, pero al final todos terminamos comprando productos que queremos palpar, lucir o saborear. Esta es la gran ventaja de la realidad de la que pertenecemos y en la que las marcas pueden conversan con las personas cuando salen a su encuentro. En espacios abiertos, cotidianos, usuales y conocidos a través de propuestas creativas e innovadoras que pueden englobarse en una estrategia de field marketing orientada al cliente o consumidor. 

Las marcas tienen que salir y comprobar cómo las perciben en el mundo real. Si la marca no se ve, no se oye, no se toca, no se huele, no se saborea… no existe. Una marca solo existe cuando se hace presente. Se comunica a través de los sentidos. Es emocional.